Limpieza interna y externa del ordenador. Comprobando la correcta conexión de las placas y conectores dentro de la caja. Limpieza de polvo acumulado en el interior para facilitar la refrigeración.

Comprobación de conexiones del equipo. Para evitar mal funcionamiento de red, impresora, escáner, ratón, etc.

Detección de virus. Localización y eliminación de virus, si los hubiera. Actualización de antivirus.

Comprobación del estado de ficheros del sistema. Para acelerar el arranque y lograr mayor fluidez en el funcionamiento de los programas.

Limpieza de ficheros temporales. Restos de instalaciones, dialer, archivos de internet, papelera.

Comprobación de discos duros. Dejando inaccesibles zonas que pudieran estar dañadas y organizando la información de la manera más apropiada.

Comprobación de red. Verificando el buen funcionamiento de la red y acceso a internet.

Localización y salvaguarda de controladores. Esto agiliza la tarea de reinstalar el sistema operativo o cualquier dispositivo.

Instalación o actualización de software. Localizando el software que necesite y llevando a cabo su instalación.

Inventario de hardware y software. Imprescindible a la hora de diagnosticar errores en el sistema o los equipos.